
En los primeros días, la mayoría de las respuestas a los estímulos externos son automáticas. Estos movimientos se llaman de reflejo. Al final del primer mes, el bebé comenzará a mostrar signos de desarrollo en su control muscular, al levantar la cabeza por primera vez.
Estos reflejos desaparecen a medida que va madurando el sistema nervioso central y entran en acción los niveles superiores del cerebro. El cerebro del bebé sólo pesa un 25% del peso de un adulto y parece ser que el lado derecho es más sensible que el izquierdo. Por este motivo, se recomienda comenzar la estimulación en este lado, pero repetir los ejercicios siempre en el lado izquierdo para desarrollar la bilateralidad.
Durante este primer mes iniciaremos los ejercicios con una frecuencia de tres veces diarias. A continuación te describimos algunos ejercicios importantes:
Estimulación motriz
- Para fortalecer cada músculo de su cuerpo: Acúnalo desnudo, gíralo para un lado y para el otro. También puedes hacerlo girar en círculo.
- Para fortalecer los brazos y piernas: Teniendo al bebé acostado, flexiona primero y luego estira los brazos de un lado al otro y sobre su cabeza. O mueve sus piernas haciendo bicicletas.
Estimulación cognitiva
Reflejo plantar: Pasa el dedo por la planta del pie para que lo estire y cerca de los dedos para que los encoja.
Reflejo de presión: abre las manos del bebé y coloca tu dedo sobre su palma para que él trate de agarrarte e intenta retirarlo varias veces.
Reflejo de chupeteo: coloca en la comisura de sus labios tus dedos limpios para que intente cogerlos con la boca.
Reflejo del Moro: colócalo de espaldas y cuando se haya tranquilizado, golpea ambos lados del colchón.
Estimulación del lenguaje
- Para familiarizar al bebé con el lenguaje: háblale mientras lo bañas, le das de comer o juegas con él.
- Seguimiento y fijación: coloca colgantes o móviles sobre su cuna; mueve objetos brillantes de un lado a otro, de arriba abajo o en círculos para que él los siga.
Estimulación olfativa
- Para desarrollar el olfato: pasa por debajo de su nariz una esponja impregnada de olores agradables, muévelo de un lado al otro, de arriba hacia abajo y pásalo por todo su cuerpo para que quede impregnado. Hazlo con un aroma diferente cada día.
Estimulación auditiva
- Capacidad de atención: sacude un sonajero frente a él y permite que lo coja, mueve su mano de un lado al otro y de arriba hacia abajo.
- Percepción de cambios de temperatura: pasa por su piel una toalla mojada en agua fría y luego caliente por medio de un masaje suave.
- Percepción de texturas: acarícialo desnudo con objetos de diferentes texturas, hazle cosquillas y frótale los pies.
Estimulación afectiva
- Para afianzar la relación padre e hijo: acarícialo y háblale cariñosamente, llamándolo siempre por su nombre.
Como siempre decimos desde Belly&Baby, os ofrecemos estas recomendaciones, pero vosotros tenéis el poder de decidir lo mejor para vuestr@ peque, ya que cada bebé y cada familia es un mundo.
Equipo Belly&Baby
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